Tractatuslogico-humoristicus
para universitarios
Autor©
: Pedro Mendoza
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lntroducción
El
filósofo vienés LudwigWittgenstein
(1889-1951) publicó en 1922 un libro muy pequeño de filosofía,
prologado por BertrandRussell
(1872-1970). Se publicó en bilingüe, inglés y alemán.
Ese libro, cuya versión alemana había salido un año
antes en forma de artículo, se hizo paradigmático en el siglo
XX, por su simplicidad y su profundidad. Su título era Tractatuslogico-philosophicus.
Entre
1920 y 1926, Wittgenstein trabajó
como maestro de Primaria en tres pueblecitos
de Austria. Como agradecimiento simbólico a Wittgenstein
en el 80 aniversario de su libro más famoso, aquí va esta
aportación educativa, dirigida a universitarios y universitarias
de hoy. Después de estos serios preliminares, pasaré a rememorar
el estilo de aquel Tractatus, añadiendo
yo en éste un aspecto humorístico concomitante, no por ello
menos trascendente.
Posiblemente
sólo entienda este libro quien haya pensado alguna vez por sí
mismo. No es, pues, un manual de instrucciones. Quizá podría
resumirse así: lo que tiene solución debe arreglarse ya;
y de lo que no tiene remedio, mejor es reirse.
Lo subtitulo Tractatuslogico-humorísticusno
porque trate temas triviales, sino porque está hecho con humor.
Y en latín, porque es más solemne (no en inglés, que
lo habla todo el mundo). En qué medida coincida mi iniciativa con
la de otros autores, me trae al fresco. En realidad, no aspiro a descubrir
la pólvora, razón por la cual apenas aduzco fuentes. Me es
casi indiferente si lo pensado por mí ha sido ya pensado por otros.
Debo
a Wittgenstein el envoltorio de este
trabajo. Y a un profesor español, Miguel Fernández Pérez,
una lucecita que se me encendió leyendo su libro Así enseña
nuestra universidad, publicado en 1989. También tomo de un idealista
crítico, un tal Kant (1724-1804),
el título atrévete a pensar (sapereaude),
lema de su Ilustración: corría el año 1784, ¡qué
tiempos aquellos!... Debo a otros millones de personas, bichos, cosas y
circunstancias, los datos que obran en mi ADN y en mi sistema nervioso,
pero nos ahorramos la lista. También, y como es costumbre, quiero
dar las gracias a mi compañera y esposa (legal): que no me
ha pasado a máquina ningún trabajo ni le desvelan estos temas,
gracias a dios. Con lo cual, tengo la seguridad de que, al llegar a casa,
cambio de ambiente.
La
utilidad de los pensamientos aquí comunicados me parece definitivamente
provisional, como muchos contratos laborales del siglo XXI. Soy, pues,
de la opinión de no haber solucionado nada. Y si no me equivoco,
el valor de este trabajo está en sugerir lo mucho que se hace
para mejorar tan poco.
El autor desea a sus lectores y lectoras que
se pongan cómodos. Este no es un libro para decir "lo he leído".
Lean despacio, como beben las gallinas, decía Tierno
Galván. Ah, y desabróchense el cinturón si es que aprieta
...Thankyou!
El
autor, año 2002
1.QUIÉN
SOY, DE DÓNDE VENGO, A DÓNDE VOY
1.1El
mundo es todo lo que pasa por mis neuronas.
1.2Entre
las cosas que pasan por mis neuronas, está mi convicción
íntima de que el mundo existe fuera de mí, con independencia
de que yo exista o no. O sea, que "no somos nadie".
1.3Es
probable, para mí, que existan otros mundos u otras formas de captar
el único mundo en diferentes dimensiones a las convencionales. Pero
no me consta. Así que hablaré desde mi mundo. En este
sentido, todo lo que digo es subjetivo. Entre los cientos de billones de
uniones sinápticas en mi cerebro, sólo haré conscientes
unas pocas relaciones, que son de las que me parece que quiero hablar.
1.4Si
es verdad que estamos en una esquina de una galaxia con unos 100.000 años-luz
de diámetro y que existen, por ahora, otros cientos de miles de
millones de galaxias así (con sus correspondientes agujeros), la
relatividad de mi aldea mental es algo a poner en primer plano:
no se tomen ustedes muy a pecho lo que yo diga. Estamos saliendo
del cascarón, ni siquiera hemos llegado al planeta de al lado. Claro,
que, a lo mejor, ni hace falta: "Se ha expandido el ámbito de la
estupidez humana" –dijo BertrandRussell
el 21 de julio-1969, seis meses antes de morir, mientras andábamos
por la luna...
1.5Y
si también fuera cierto que esto funciona desde hace casi 15.000
millones de años, la cosa tiene gracia. Como para ponerme yo ahora
original en reciclar la realidad. Por más que hago memoria y a pesar
de Platón, yo no estaba allí ni recuerdo reminiscencias
de haber vivido en ninguna otra parte. Así que me referiré
sobre todo a los 15.000 millones de años que quedan por delante.
1.6No
haré
largas derivaciones lógicas. Primero,
porque el truco de
las conclusiones está siempre en las premisas. Segundo, porque
no trato de convencer de nada, sino de comunicar intuiciones no siempre
irracionales. Tercero, porque estamos en la época de la imagen
y no quiero ponerme plomo, que el tiempo es oro.
1.7Presento sugerencias a modo de flash, en frases cortas y cerradas. Este estilo, en mi intención, no tiene nada que ver con tonos dogmáticos, sino con el tiempo, el espacio y el sentido común. Por otra parte, el 99% de lo que leemos ya está escrito en algún sitio. Para la localización de estas intuiciones, evito círculos concéntricos como 1.1.1. y 1.1.2 (marean que es una barbaridad).
1.8Todas
y cada una de las afirmaciones de este libro, y de todos los libros, son
parciales o discutibles, porque yo soy limitado y concreto. Cualquier
lenguaje de la especie humana es como un cuello de botella: más
estrecho que la realidad simbolizada. Por otra parte, una misma proposición
o expresión tiene siempre múltiples resonancias y coherencias,
dependen del intérprete, del recipiente, del juego de espejos intermedios.
1.9El
punto focal de este trabajo es la universidad española vista desde
un alumno, aunque habrá otros centros de interés convergentes.
Siento la pasión de saber y de llegar a la raíz de las cosas,
pero no me defino como Intelectual ni tengo interés en serlo.
No me gusta la palabra ni me atraen la mayoría de los intelectuales.
Quizá porque bastantes de ellos se divierten demasiado en crucigramas
virtuales. Las energías que gastan en enlatar y etiquetar
lo que ellos llaman realidad son inmensamente mayores que las empleadas
en mejorarla. Para este tipo de intelectuales, que no son pocos, la
realidad es un pretexto para su propio juego: rara vez se manchan con ella.
La gente que nunca se define, esperando el sol que más
calienta, simplemente me inspira desprecio, y son peligros públicos.
2.EN
QUÉ PAÍS ESTOY
2.1Aunque
todas las Comunidades Autónomas son "países" (y otros
más si se quiere), yo usaré la palabra país
para referirme al conjunto de ciudadanos de este Estado, también
llamados "españoles". Aunque todos tenemos alguna vez la
pesadilla de aparecer diferentes (eso a veces vende
más),
yo me fijaré en algunas constantes
que me parecen comunes
a la mayoría de nosotros, los españoles. La constante
común que quiero poner en primer plano, no por masoquismo sino para
entender mejor en qué universidad estamos, es una sola: éste
es un país mediocre. Estoy hablando de la resultante,
de la media. Naturalmente que hay españoles competentes
y hasta superdotados. Pero éstos no son representativos
de la mayoría ni de la media, son una exigua minoría.
2.2En
el caso de que la hipótesis anterior fuera falsa, yo me habría
equivocado, y nada más. En el caso de que fuera verdadera, nos
explicaríamos no sólo alguna cosa rara, sino series de
cosas raras o poco "lógicas". Ya ha salido la palabrica...
Por profilaxis, no aplique usted la lógica
al funcionamiento
de este país, se evitará sobresaltos.
2.3Mediocridad,
dice el diccionario, es "estado de una cosa entre lo bueno y lo
malo, entre lo grande y lo pequeño". Y en otra acepción,
"persona de mediana inteligencia". Nos puede servir esta descripción.
Sólo nos quedaría decidir qué países serían
los "grandes" y cuáles los "pequeños", para situamos nosotros
en medio. Me arriesgo a este tipo de simplificación. De lo contrario,
este libro sería otra cosa o no existiría. Tampoco me sirve
de consuelo reconocer que hay muchos países "peores". Yo quiero
que el país donde he nacido y trabajado sea mejor de lo que es,
no por localismo o nacionalismo baratos, sino porque siento esa
necesidad como algo lógico.
2.4España
está entre Francia y Marruecos. La geografía, como se ve,
es trascendente a sí misma. Teniendo en cuenta los últimos
500 años de historia, ¿con qué países europeos
sería lógico compararnos? Pues, en muchos aspectos,
a mí me parece claro: con Francia, Inglaterra y Alemania. Con Italia,
menos, pues sólo lleva un siglo como Estado unificado. Sin echar
mano de enciclopedias o encuestas, parece evidente que hoy Alemania, Francia,
Reino Unido (y también Italia), con todas sus lacras y errores,
van por delante de España en poder adquisitivo, niveles de vida,
investigación, organización, cultura y deportes. No sólo
en valores absolutos (tienen más habitantes), sino relativos. Dejemos
las correlaciones alambicadas y mencionemos ejemplos perceptibles por todo
el mundo.
2-5Los
retretes públicos.
Por
muchas presencias y presidencias europeas que nos encomienden, no acabamos
aquí de ser europeos. Yo no pido aire acondicionado ni olor
a colonia. Ni ramos de flores en urinarios de caballeros, como en Holanda.
Ni siquiera una elemental percha por si llevas algo. Sólo
suplico con el debido respeto: a) que cierre la puerta, b) que no
haya "aguas" por el suelo, c) que haya papel, y d) que funcione el complejo
cadena-agua-taza-escobilla.
2.6No
hablemos ya de la represión sexual, cultural y política,
expresadas en puertas WC modelo muro-Berlín.
En resumen, yo, que no soy escrupuloso, preferiría pagar algo
y que no me pase nada. Además, se crearían miles de puestos
de trabajo.
2.7La
suciedad ambiental y el botellón.
Directamente
proporcional a la importancia demográfica de la ciudad. Papeleras
rotas o quemadas. Millones de papeles, latas, vidrios y desperdicios por
los suelos. El español medio es todavía deficiente en bien
común. El bien común es un concepto nuclear, no
sólo para proyectar ilusiones conjuntas, sino para que exista
una sociedad. Pero este concepto está mayoritariamente ausente
de los hábitos económicos, educativos, familiares e institucionales.
¿Acaso no había escrito ya el geógrafo griego Estrabón
(+25 dC) que "los íberos eran incapaces
de aunar energías en pro del bien común"? -lanGIBSON
(1993): España. Barcelona: Ediciones B, página 18.
2.8La
contaminación acústica.
Ruido
por todas partes. Mucho ruido y pocas nueces. Al parecer, somos medalla
de plata mundial en ruido urbano, detrás de Japón (aunque
sólo en eso nos debemos parecer a Japón). La verdad es que
somos selectivos, aprendemos lo mejor de cada uno. Y si vas
a un parque, a lo mejor oyes el carrusel. Iluso, y tú venías
al "retiro"... Recuerdo aquí la multa de 200 libras (unas 40.000
pesetas de "entonces") que, en teoría, te podían echar en
Londres, hace ya décadas, por llevar en parques públicos
un transistor encendido. Aquí no hemos llegado ni a la teoría.
2.9El
desorden ambiental expresa nuestro desorden mental. "Guarda
el orden y el orden te guardará", decía hace 1.500 años
un norteafricano que sabía mucho. Eso de que el orden "quita libertad"
es un truco que aquí no vale. Si es realmente orden (lo justo),
aumenta la libertad colectiva. La intuición original anarquista
(autogestión solidaria) es la suprema expresión del
orden: máxima armonía entre individuo y bien común,
máxima libertad y justicia posibles. El problema está en
cómo hacerlo funcionar, del dicho al hecho va mucho trecho.
En nombre del "orden público", se han hecho muchas barbaridades.
Y a veces, comparamos lo peor del "orden" con lo mejor de
la "libertad", o viceversa. Detrás de cada palabra clave, hay una
carga histórica de manipulación. Así, unos
odiarán la palabra orden; y otros, la palabra libertad
(recordemos 1.8).
2.10El
tráfico
Es
un caos relativamente reciente. Da la misma constante, pero con coches
y motos. Tubos de escape estridentes, dobles filas... No he contado los
ingenieros, asesores y prospectores que
tenemos (que deben ser la tira), pero da igual. No hace falta ser ministro
de ciencia y tecnología para sospechar que esto se veía venir.
Se sabe los metros cuadrados de las calles, el número
de vehículos que salen cada año, el número de
plazas de parking... Pero da igual. En el glorioso verano de 1992,
leí en un semanario: "En Francia, con un parque de 30 millones de
vehículos, se registraron cinco millones de accidentes en el último
año. Mientras, en España, con 15 millones de coches, se produjeron
6 millones de accidentes (TIEMPO, 8-junio-1992). Pero en el año
2002 no hemos cambiado mucho.
2.11En
un país mediocre puede ocurrir de todo. Pero la culpa no
es de los coches. Que yo sepa, todavía no son sujetos de responsabilidad
penal. Tampoco es sólo de los conductores, como machaconamente
nos sugieren todos los directores de tráfico que en España
han sido. Baches añejos, líneas blancas ennegrecidas
y cruces mal señalizados no son aquí precisamente ovnis.
Una de las claves para medir la solvencia de un país es cómo
indica los cruces: carreteras, caminos, calles, pasillos de hospitales,
aeropuertos, administraciones públicas, aparcamientos, líneas
del metro... ¡Cuánto tiempo, dinero y vidas humanas se pierden
por un cruce mal indicado! Cuando hay que deducir, malo, es que
faltan indicadores. Tampoco es raro ver semáforos o paneles tapados
por árboles. Somos ecológicos a destiempo, pues en cuestiones
de seguridad, es preferible que sobren tres indicadores a que falte
uno. Pero a los ingenieros no les deben enseñar estas cosas en la
universidad...
2.12Todo
ello es una amarga combinación de ineducación, no
sólo vial, sino total. Chapuza colectiva con gobiernos representativos,
insolvencia técnica y ética, paralelas. No hablamos
ya de la contaminación, porque esto no es la cumbre de Greenpeace,
pero el tráfico es uno de nuestros "episodios nacionales". Como
conductor, yo tengo hechos unos 400.000 km,
que no son muchos, pero valen para hacerse una idea. No he tenido ningún
accidente, pero sí muchos sustos. Todos los días cometo algún
error (todos los errores son graves), pero sigo pensando que un buen coche
o una buena moto pueden ser progreso. No obstante, si esto sigue así,
vamos a terminar odiando el tráfico, la ciudad y a nosotros mismos.
El desastre está en nosotros. Y no se arregla informatizando
el caos, sino reduciendo el caos. La informatización
sólo es un medio, no un fin.
2.13Los
incendios forestales.
No
sólo no plantamos árboles por millones, sino que además
se queman. Y a veces, intencionadamente. Es realmente
macabro y
revela muchas incapacidades juntas: culturales, técnicas, jurídicas,
económicas y políticas. El desierto y la sequía
avanzan, sobre todo la sequía mental.
2.14Los
deportes.
Existen
buenas individualidades y hasta buenos equipos, cuyas medallas y
copas muestran que algo va mejor que antes. Pero no echar las campanas
al vuelo. Por ejemplo, la selección española de fútbol
profesional nunca ha ganado una final de campeonato mundial (ojalá
retire yo esta frase en la próxima edición). Y no se dirá
que no hay apoyo popular e institucional. Aquí, si ha habido algo
con apoyo, ha sido “fútbol y toros”. A pesar de todo, cuando se
ponen los medios, hay resultados: Olimpíadas 92, Ciclismo, Tenis,
Munich 2002, Natación, Golf, Gimnasia... No somos una "raza inferior”
(yo no creo
en esas tonterías), sino que no nos tomamos
en serio la EDUCACIÓN y el MÉTODO, que deberían convertirse
en hábitos sociales, como ir al bar o jugar a la loto. Lo
mediocre es hacer esfuerzos inauditos sólo por escaparate, cuando
se mundovisa (motivación extema, hetero-nomía).
Debemos dar el siguiente paso: hacer bien las cosas por principio, aunque
no siempre nos vean (motivación interna, auto-nomia).
O sea, por deporte. En toda la historia de los Juegos Olímpicos
modernos hasta el año 2000 incluído
(más de un siglo), España ha obtenido 75 medallas. O sea,
6 veces menos que Italia (462), 7 veces menos que Francia (559), 8 veces
menos que Inglaterra (630), 13 veces menos que la URSS (1.010) y 28 veces
menos que Estados Unidos (2.089) –Anuario EL MUNDO 2001, pág.
512. No hace falta añadir la síntesis de los premios Nobel
(desde 1901): aquí todavía salimos peor...
2.15No
hablamos tampoco de otras níeves
perpetuas para no trivializar demasiado: terrorismo, paro, inmigrantes,
accidentes laborales, corrupciones, fraudes, drogas, maltratos, tercera
edad, minusválidos... Cada uno, por sí solo, revela nuestra
imprevisión e insolvencia. Nuestra justicia, nuestra sanidad, nuestra
universidad, nuestro sistema educativo, nuestras instituciones y nuestra
cabeza van por detrás de las necesidades. A veces, hasta el lenguaje
mismo descubre nuestras categorías mentales, aquí al robo
le llaman PICARESCA.
"La sociedad es anterior al individuo" (Marx).
2.16La
injusticia es lo más antiestético. Todos los países
tienen injusticias colectivas, problemas y cosas mal hechas. La diferencia
está en que, en los evolucionados, es lo anormal o provisional,
la reforma pendiente. Pero en los mediocres,
es lo normal
o definitivo, lo estatuido. En los países mediocres o
colonizados, se da por hecho que las necesidades van por delante
de la cabeza. Y en los evolucionados o protagonistas, se da por
hecho que la cabeza debe ir por delante de las necesidades (demasiados
sobresaltos vienen ya en la vida por sorpresa, como para dejar encima muchas
cosas a la improvisación). Los evolucionados actúan por principios,
justos o injustos pero coherentes. Los mediocres no actúan por principios,
porque no los tienen. Simplemente copian las razones de los
otros o se dejan llevar por la pereza mental de la inercia.
3.
¿CÓMO PODRÍA ESTE PAÍS DEJAR DE SER MEDIOCRE?
3.1Las
causas de la mediocridad española están ya analizadas. Hemos
tenido siglos de aislamiento, guerras civiles, absolutismos, autoritarismos
religiosos, culturales, lingüísticos, políticos...lntolerancias
a la carta. Cada intolerancia es como un tipo de racismo, un fanatismo,
un reduccionismo, una endogamia, una enfermedad.
Caciquismos analfabetos, amiguismos y favoritismos impertinentes, persecución
sistemática al animal racional. Anatema al insumiso, al que
no es súbdito del dogma nacional, cultural o religioso.
3.2Mucha
gente, cuando oye la palabra EDUCACION, piensa en los niños, como
si los adultos estuviéramos ya todos "educados". El gran problema
colectivo es cómo educarnos mutuamente entre adultos. No
es que seamos mediocres in aeternum,
sólo
somos culturalmente mediocres,
provisionalmente mediocres.
Pero podemos cambiar, podemos ser de otra manera. Depende, sobre todo,
de nosotros mismos.
3.3Ya
puedes hacer el salto mortal con los niños o con los adolescentes:
si los adultos están en otro mundo, esa educación es un fraude,
un circo, no un colegio. Toda educación que ignore las coordenadas
de la sociedad real, es un fraude. Por muchos mármoles, alfombras
o tresillos que se instale en el vestíbulo de entrada. Por muchos
laboratorios, bibliotecas o salas de informática, por muchas leyes
de calidad que se introduzca, siempre nos quedará la praxis social
efectiva como la guía imprescindible de referencia. Educar, entre
otras cosas, es enseñar a convivir para la sociedad real.
3.4Históricamente
en España, hemos tenido un
descuido programado de la ciencia
y de la investigación. Inversión escasa o nula en la cualificación
del ciudadano, no sólo del productor. A primera vista,
España podría ser un país mucho más organizado,
consistente y feliz. Tiene extensión, ricas tierras para la supervivencia
agrícola y ganadera, variedad de ecosistemas. Tradición de
mar para pescadores y playas para turistas. Climas y orografías
distintas. Experiencia industrial y de servicios. Bien situada comercialmente.
Buena alimentación y esperanza de vida alta. Baja densidad demográfica,
nos sobra sitio para todos. Experiencia histórica, archivos, bibliotecas,
bancos de datos, arte, baile, música, variedad de culturas, enfoques
y síntesis: entre Europa, Africa y América.
3.5Entonces,
¿qué es lo que falla aquí? Pues para mí está
claro: organizarnos mejor, como individuos y como pueblos. Pero
nadie da lo que no tiene. Y “¿Cómo va a haber organización
en
la política española, si no hay ni siquiera en las conversaciones?”
?se preguntaba Ortega y Gasset en 1921 (España
invertebrada. Madrid 1963: Revista de Occidente, pág. 100).
Es más una cuestión ética que técnica. ESCUCHAR
es una de nuestras deficiencias, no sabemos ESCUCHAR, paso previo para
el diálogo. No es sólo dejar hablar (“ya verás
cuando me toque a mí"), sino ponerse en lugar del otro. Incluso
hablamos de tres en tres, tenemos prisa en llevar la contraria. Este
país aprende mal porque escucha mal.
3.6Cuando
escuchemos mejor, podremos convivir sin miedo recíproco y no será
necesario matar para sobrevivir. El darvinismo se acaba pagando caro. Empieza
a veces como un juego, como un estímulo, pero acaba en guerra. Entonces,
ya es tarde. Los individualismos, los corporativismos y los nacionalismos
a ultranza llevan al vacío social, a la tristeza. En realidad, se
puede idealizar cualquier barbaridad, la imaginación es libre. Pero
tal como va la movilidad cultural, todos necesitamos reconversiones periódicas,
pactos implícitos, cambios de mente. Quienes tienen más poder,
deben reconvertirse más veces.
3.7En
realidad, no existen países pobres de recursos materiales, sino
humanos: son pobres en proyectos colectivos, en organización,
en autonomía mental. Por otra parte, donde las mentes no trabajan
en común, de nada sirven los recursos materiales colectivos, pues
pronto acaban secuestrados
por unos pocos.
3.8Seguro
que, a estas horas, ya hay lectores que se han rebelado: "Bueno, tío,
pero ¿qué de malo tiene ser mediocre? Reivindico mi derecho
a ser mediocre, a no pasar por ese aro de autoexigencia antipática"...
Bien, nada que objetar, es una opción posible. Lo que añado
es que, cuando hay mucha gente así, luego no se debe protestar por
las consecuencias colectivas, entre ellas ésta: "Cada uno se
jode cuando le toca". Postulado metafísico altamente estimulante
y propio de culturas "superiores", claro. Para este viaje, Stephen,
no hacían falta 15.000 millones de años...
3.9La
masa no existe, es la media de las posturas individuales. Cada ciudadano
puede cambiar el promedio matemático de su sociedad, si corrige
sus propios comportamientos. En los países más evolucionados,
hay clara conciencia de que los ciudadanos somos contagiosos para lo bueno
y para lo malo: no es costumbre descargar sobre otros sus propias
responsabilidades. Aquí, por el contrario, siempre estamos llamando
al guardia. Por eso, cuando no hay guardia, no pasa nada o pasa todo.
3.10¿Cómo
podría este país dejar de ser mediocre?
No
por decreto. Tampoco en un cuatrienio, olvídense algunos políticos
y
publicistas varios. Yo me conformaría con que, dentro
de unos 20 años, allá por la década del 2020,
este país hubiera dejado de ser globalmente mediocre. Debemos objetivar
el denominador común de la mediocridad. Si no se objetiva,
nunca podrá atacarse. Habrá que nombrarlo de alguna manera.
Podríamos llamarle CHAPUZA. Y habrá que encontrar
a su "enemigo", contradictorio e incompatible con la chapuza. Todas las
palabras son ambiguas, simpáticas y antipáticas a
la vez (ver 1.8 y
2.9). Pero, como de alguna manera habrá
que nombrarlo, al enemigo de la chapuza le llamaremos LÓGICA.
Por LÓGICA entenderemos "lo justo, el trabajo bien hecho".
Por CHAPUZA entenderemos "lo injusto, el trabajo mal hecho".
3.11En
una primera fase, detectaremos, enumeraremos, registraremos o grabaremos
situaciones de chapuza. En una segunda fase, haremos un ejercicio
de sustitución:
¿cómo deberían reconvertirse
las "situaciones de chapuza" para ser ascendidas al rango “situaciones
de lógica"?. A mi parecer, en los próximos
años, habría que invertir sobre todo en acciones de la primera
fase: detectar y tipificar situaciones de chapuza. Publicar manuales con
listas de chapuzas por distintos criterios de búsqueda: por temas,
por Empresas, por Bancos, por Ministerios, por Comunidades, por Servicios,
por Partidos Políticos, por Sindicatos, por Universidades, por Facultades,
por Departamentos, por franjas horarias ("la chapuza de las 11”)...
Que todo ciudadano de este país estuviera tan informado en detección
de chapuzas como de los plazos fiscales para pagar a Hacienda.
3.12Yo
no creo en las definiciones cerradas, a no ser que se tomen como provisionales.
Sí apuesto por las descripciones. Por eso, en las líneas
siguientes, sugiero unos pocos denominadores comunes para situaciones
de chapuza, unas pocas matrices o directorios, digamos. Cualquiera que
se entretenga, encontrará muchos más.
3.13Ejemplos
cotidianos de chapuza
a)
Ser servil con el superior y déspota con el inferior.
b)
Responsabilidades diluídas, sin nombres propios:
La
frase hechaLa frase que no se esperan
?"Me
dicen de la Dirección"¿Quién,
cómo y cuándo?
?"La
normativa vigente"¿Quién
la firma? fecha, BOE...
?"La
última circular"¿Puedo
tener fotocopia?
?"El
Ministerio"¿Qué Jefe
de qué Servicio?
?"El
Gobierno"¿Qué ministro
o director general?
?"El
Rectorado"¿Quién,
cuándo, cómo, verbal o escrito?
c)
Eternas lamentaciones de pasillo, sin firma.
d)
Miedo crónico a decidir por sí mismo/a.
e)
Convertir los medios en fines.
f)
El cambio de chaqueta (cambiar es de sabios, pero cambiar de chaqueta mental
en dos días es sospechoso).
g)
La falta de rigor: decir una cosa y hacer otra.
h)
Tener un criterio los lunes y otro, los viernes.
i)
La ausencia de criterios: "yo, lo que manden".
k)
Hacer las cosas pensando sólo en los próximos 12 meses y
nunca en los próximos 12 años.
l)
Trabajar, informar, divertirse... sin pasión.
m)
Informar bien a los simpáticos y mal al resto.
n)
Responder "ni idea" trabajando en INFORMACIÓN.
o)
Enfadarse con el público por no tener el coraje de enfadarse con
el propio jefe.
p)
Ser legalista para no ser justo.
q)
Ir en dirección prohibida "ahora que no hay guardia".
r)
Pedir a Dios lo que hay que exigir a los hombres.
s)
Cuidar a los muertos más que a los vivos.
t)
Decir en diez palabras lo que se puede decir en una.
u)
Decir en una palabra lo que se debe decir en diez.
v)
Echarle al Gobierno la culpa de todo.
x)
Darle siempre la razón al Gobierno.
y)
Acostumbrarse a decir "no es mi problema".
z)
Creer que el tiempo arreglará las cosas.
3.14La
chapuza ética y la chapuza técnica suelen ser amigas.
En los dos casos, hay insolvencia o desprecio hacia lo lógico. También
podríamos llamar a esta situación "la lógica de la
chapuza", pero dejemos los juegos de palabras, es divertido pero no
es un juego. Aquí emplearemos LÓGICA como "lo justo"
y CHAPUZA como "lo injusto". La chapuza es omnipresente y multicolor. Es
una segunda naturaleza. Para neutralizarla, no hay que ponerse nervioso,
sino al revés: instalarse en ella, "infiltrarse", conocer sus motivaciones,
sus raíces conscientes e inconscientes. Para conseguir un país
menos chapuza, un punto neurálgico es la EDUCACION. Y en la formación
de educadores, un campo estratégico es la universidad. De ella hablaremos.
Pero los hábitos sociales se configuran mucho antes.